Busco una aventura


Una aventura es el riesgo a lo no habitual, es atrevernos a aquello que no está permitido dentro de la normalidad. Vivir una, pero simplemente una aventura puede resultar bueno o, por qué no, también malo. Beneficioso o contraproducente, se halla en búsqueda una.

Y con todo el corazón, y con toda el alma, las fuerzas de las emociones ruegan encontrar un instante clave en el trayecto que resta del destino. Un instante que podría ser indeleble de la mente porque en aquella ocasión se propiciaría un cruce de mil emociones. Emociones enérgicas, productos de una inmensa felicidad.

Producir y reproducir, una y otra vez en la memoria esas escenas que marcarían el motivo del inacabable gozo de la vida, para después sonreír como tontos, mientras habita en el pensamiento desde algún recóndito sitio del mundo. Ese motor que mueve y mezcla sensaciones abstractas dentro de uno, que parece no acabar la alegría, que hace un lado a la tristeza, pero que sin embargo escapa de lo habitual bajo el riesgo en lo secreto; todo eso, en uno, se busca encontrar.

Que importa si es uno eterno, o de aquellos que se pierde en el tiempo. Pero la necesidad de experimentar eso que cambie la dirección de la esdrújula, o invierta la dimensión en el reloj de arena es tan intensa. Tanto, que urge.

Tal vez se constituya en el eje determinante de una decisión. O quizás el factor importante de alguna situación. No quedan dudas que fortalecerían las ganas de realizar expectativas, de obtener la meta al alcance de las manos, de avanzar sin detenerse, y levantarse de las caídas. Que importante es salir de la monotonía, no caer en la rutina y vivir plenamente la vida.

Busco una aventura para no respirar más el aire por inercia. Ocurre que no acaban los absorbentes compromisos y las responsabilidades se acrecientan.  Los pasos en el camino se hace en vanos, y la vida pasa rápida. Y sin una aventura, sería vana. He aquí la búsqueda de una sensación profunda, con u alguien, en un cómo, en un cuándo, en un dónde, y un por qué. La vida, sin lugar a dudas, es para vivirla intensa.